La evolución tecnológica en radiología dental, hace que esta última generación de TAC digitales 3D alcancen cotas de mayor resolución y nitidez de imagen, ampliación del campo de visión y reducción del tiempo de exposición. Esto permite, a la vez que incrementar la calidad de imagen, aumentar la comodidad y reducir la dosis de radiación recibida por el paciente.
De cara al tratamiento se logra mejorar notablemente la precisión y garantizar un mejor diagnóstico, estudio y planificación. Así podemos realizar un tratamiento más previsible, seguro y mínimamente invasivo.
En el caso de la implantología supone mejoras en el diagnóstico, exactitud en el estudio de la anatomía maxilar, capacidad de analizar el hueso y los parámetros de calidad, anchura y altura necesarios, calcular el tamaño y colocación idóneo del implante, simular la intervención o realizar cirugías guiadas por ordenador, en caso de ser necesarias.